Todas las civilizaciones han tenido un sistema de numeración y, atendiendo a dicho sistema, una forma de realizar operaciones con dichos números. Esto hace que durante todos estos siglos, todas las culturas hayan manejado mecanismos muy diversos, con similitudes y diferencias.

Piensa en un mundo sin números… ¿Díficil, verdad? Los sistemas de numeración sirven para escribir números y, así, recordarlos, transmitirlos y operar con ellos. Quizás uno de los sistemas más conocidos en nuestra cultura occidental es el sistema romano, aparte del que utilizamos en la actualidad. Este sistema utilizaba símbolos que hoy día corresponderían con nuestras letras I, V, X, L, C o M y, pese a que podría resultar relativamente fácil contar con este sistema, las operaciones resultaban bastante engorrosas.

Y es que gracias a la leyenda del rey Sheram, podemos entender por qué resulta tan importante saber contar y calcular con cierta facilidad:

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo reinaba en cierta parte de la India un rey muy rico, llamado Sheram. Un buen día un sabio, llamado Sissa, le presentó un juego que, aseguró, conseguiría divertirle: el ajedrez.

Sissa consiguió entretener tanto al rey que no paraba de jugar, por lo que agradecido por tan preciado regalo, le dijo  quería recompensarle con lo que él deseara.

“Soy bastante rico como para poder cumplir tu deseo más elevado. Di la recompensa que te satisfaga y la recibirás.” – Le confirmaba el rey.

El sabio Sissa, después de meditarlo, le pidió solo una cosa:

“Mi soberano rey, lo único que le pido es que me dé un grano de trigo por la primera casilla del tablero del ajedrez. Por la segunda casilla, dos granos; por la tercera, 4; por la cuarta, 8…”.

Enfadado por una petición tan simple, el rey le detiene y le confirma que que le darám, por cada casilla, el doble cantidad que por la anterior.

“Pero has de saber que tu petición es indigna de mi generosidad. Al pedirme tan mísera recompensa, menosprecias mi bondad”

Sin embargo, la recompensa tardaba en llegar y el rey comenzaba a desesperarse con sus lacayos, no compredía por qué se tardaba tanto en darle el trigo a Sissa. Al poco llegó uno de ellos preocupado por la reacción del rey y le dijo:

“Mi rey, hemos calculado escrupulosamente la cantidad total de granos que desea recibir Sissa. Resulta que no hay granos suficientes en todos los graneros que tenemos para cumplir con su deseo”

El rey, sorprendido, le preguntó de cuánto se trataba, a lo que raudo le contestó su fiel lacayo:

“Dieciocho trillones cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones setenta y tres mil setecientos nueve millones quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince granos de trigo.”

Por esta razón, en esta lección os explicaremos las operaciones que se realizan con los números y la importancia de los mismos, para que no os ocurra como al rey Sheram.

Proyecto Dodociencia es un proyecto por Hidden Nature está bajo licencia internacional Creative Commons Reconocimiento - No Comercial - CompartirIgual 4.0. Creado bajo el proyecto Hidden Nature. Puede encontrar permisos adicionales de los concedidos con esta licencia en nuestras políticas de privacidad