Púlsar y Joy Division: Música científica

Portada del ábum Dark Side of the Moon de Pink Floyd, la cual reproduce el experimento de Newton donde describe la descomposición de la luz blanca.

Portada del ábum Dark Side of the Moon de Pink Floyd, la cual reproduce el experimento de Newton donde describe la descomposición de la luz blanca.

La música está cargada de ciencia. Podría decirse que es ciencia en sí misma. De ahí que me haya propuesto realizar un serial acerca de aquellas portadas y/o canciones que tengan un mensaje científico encriptado en las mismas, porque muchos son los que ignoran o desconocen qué se esconde en tal o cual portada. Quizás la portada más conocida con referencia a un fenómeno científico (físico en este caso) sea el “Dark Side of the Moon” de Pink Floyd, donde Roger Waters (el cual cursó estudios de Arquitectura e Ingeniería de edificios en la Universidad de Westminster) y los suyos decidieron colocar un prisma refractando un haz de luz blanca, es decir, llevaron el experimento de Newton a un plano artístico. La imagen de portada de su disco pasó así a convertirse en el “art book” más famoso del mundo. Pero esta es otra historia, de la que les acabaré hablando si me lo permiten en otra ocasión, porque Pink Floyd sin duda es un grupo que da para varios breves (de ahí que sea una de mis bandas de cabecera).

Menos popular es sin duda la portada del disco “Unknown Pleasures” de Joy Division, lanzado en 1.979. Ciertamente la portada de este disco es un placer desconocido hasta para los físicos, hasta tal punto que hablando con uno de ellos, ignoraba qué representaba. Debo decir que aunque yo lo sabía, acudí en su ayuda para que me explicara ciertas cosas acerca de lo que hoy les escribo, los púlsares. Dado que no es mi área de conocimiento, estaba en la obligación de instruirme para ser riguroso y serio en lo que ahora pasaré a transmitirles. Desde aquí le doy las gracias a mi amigo Juan Jesús Arcenegui por sus largas conversaciones sobre los púlsares y por aguantar mis constantes preguntas. ¡Te debo una amigo Juan, lo que me has enseñado sobre púlsares no tiene precio!

Imagen de portada del Unknown Pleasures de Joy Division. ¿Qué representa? ¿Un electrocardiograma? ¿Un electroencefalograma? No, es PSR B1919+21

Imagen de portada del Unknown Pleasures de Joy Division. ¿Qué representa? ¿Un electrocardiograma? ¿Un electroencefalograma? No, es PSR B1919+21

El nombre de la banda como muchos habréis adivinado se debe a la fascinación de Ian Curtis por el nazismo (no es que fuese declaradamente nazi o seguidor de las doctrinas de Hitler), pero su fascinación por la Segunda Guerra Mundial y la alemania dominada por Hitler se une estrechamente con su carácter provocador y sus severos problemas mentales (estaba diagnosticado de esquizofrenia, la cual se agravó tras su divorcio, y más de una vez presentó convulsiones en los directos de la banda británica). Todo ello le hacía escribir letras cargadas de simbología y donde se hacía patente su desesperación y obsesión con la muerte bajo el nombre con el que se conocían los burdeles surtidos de prostitutas polacas en Auschwitz.

Bien. Dejemos de lado la paja y entremos en el grano. La portada de “Unknown Pleasures” muestra sobre fondo negro una serie de trazos blancos. Unas tililantes líneas paralelas que recuerdan el resultado de un electrocardiograma o un electroencefalograma. De hecho, no son pocos los que creen que es esto lo que representa, y circula por internet entre los post-punks la creencia de que se trata del electroencefalograma de Ian Curtis, tomado durante una de sus crisis epilépticas. No es cierto (será tiempo en otra ocasión de hablar del electroencefalograma de un epiléptico), ya que lo que observamos se corresponde con la señal de ondas de radio emanadas por el PSR B1919+21, el primer púlsar observado por los científicos. Más concretamente, la portada recoge 100 pulsos sucesivos del primer púlsar descubierto, el cual fue publicado en la Enciclopedia de Astronomía de Cambridge.

Ian Curtis, vocalista y líder de la banda de post-punk Joy Division. Fue idea suya que el book art de su álbum debut homenajeara al púlsar PSR B1919+21.

Ian Curtis, vocalista y líder de la banda de post-punk Joy Division. Fue idea suya que el book art de su álbum debut homenajeara al púlsar PSR B1919+21.

El término púlsar es un acrónimo proveniente del término inglés “pulsating star”, es decir, lo que significa en román paladino es “estrella emisora de radiación intensa a intervalos (normalmente cortos y regulares). Los púlsares poseen un campo magnético tan intenso que inducen la emisión de estos pulsos de radiación electromagnética a intervalos regulares relacionados con el período de rotación del objeto que los emite. En nuestro caso concreto, la señal del púlsar detectado (recordemos, se le denominó con el nombre PSR B1919+21) tenía un período de 1.33730113 segundos y una anchura de pulso de 0.04 segundos.

Jocelyn Bell frente a un radiotelescopio, instrumento que posibilitó su descubrimiento. Gracias a un radiotelescopio pudo registrar las ondas de radio provenientes del púlsar PSR B1919+21.

Jocelyn Bell frente a un radiotelescopio, instrumento que posibilitó su descubrimiento. Gracias a un radiotelescopio pudo registrar las ondas de radio provenientes del púlsar PSR B1919+21.

Como curiosidad, cabe mencionar que cuando en Julio de 1.967 Jocelyn Bell y Anthony Hewish detectaron estas señales de radio de corta duración y extremadamente regulares, pensaron que podrían haber establecido contacto con una civilización extraterrestre, por lo que en un principio bautizaron su descubrimiento con las siglas LGM (Little Green Men). Tras una búsqueda posterior, descubrieron 3 nuevos púlsares que emitían en diferentes frecuencias, por lo que llegaron a la conclusión final de que debería de tratarse o ser producto de fenómenos naturales. Casi sin ser conscientes de su hallazgo, habían descrito un púlsar de la constelación Vulpecula, conocida como La Zorra, una pequeña constelación del norte ubicada en el centro del Triángulo de Verano, al norte de Sagitta y Delphinus.

Os estaréis preguntando si semejante descubrimiento le valió a sus descriptores alguna reseñable mención. Ciertamente así fue, les valió el Nobel de Física en 1.974. Desgraciadamente la ciencia no es diferente al resto de la sociedad en que vivimos, y como heteropatriarcal que es, aquel año la ciencia escribió una de las páginas más vergonzosas y vergonzantes de los últimos 50 años, al serle otorgado el Nobel única y exclusivamente a Hewish por el descubrimiento y el desarrollo del modelo teórico sobre los púlsares. Jocelyn Bell se quedó sin la merecida condecoración por el mero hecho de ser estudiante de doctorado en el momento en que se describió el fenómeno, ¡a pesar de ser ella quien advirtiera de la “anormal” señal de radio y por extensión el púlsar! Toda una injusticia, no os quepa duda. La ciencia a veces puede resultar tremendamente injusta.

Representación de la Constelación Vulpecula, lugar desde donde fueron emitidas las ondas de radio correspondientes al púlsar PSR B1919+21.

Representación de la Constelación Vulpecula, lugar desde donde fueron emitidas las ondas de radio correspondientes al púlsar PSR B1919+21.

Gracias al descubrimiento de Hewish y de Bell en la actualidad se conocen más de 600 púlsares con períodos de rotación que oscilan entre los pocos milisegundos a unos cuantos segundos. A fin de cuentas, y aunque sea un exiguo consuelo y reconocimiento, Bell siempre será la primera en registrar un púlsar. Y por si fuera poco, ahora además sabemos que Joy Division le rinde sentido homenaje (aunque sea compartido) en una de las portadas de sus discos, a mi entender, el mejor de su carrera al suponer un soplo de aire fresco con este álbum debut. Si quieren comprobar si estoy en lo cierto, les dejo con su álbum y espero sus críticas y opiniones (tanto las musicales como las relacionadas con la ciencia).

PS: Por cierto, la imagen de la portada tiene un pequeño truco, Peter Saville invirtió la imagen real de negro sobre fondo blanco por una de blanco sobre fondo negro para expresar un concepto más oscuro y cercano al que la banda quería transmitir.

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2 comentarios en “Púlsar y Joy Division: Música científica

    por Alfonso Peña -

    Unknown Pleasures es evidentemente un hito en su época, pero a mi humilde entender, Closer le supera musicalmente y muestra al lógica evolución hacia la que se dirigían de no ser por el lamentable final de Curtis. De hecho, aparte de Sex Pistola, Buzzcocks y demás grupos postpunk de la época, Ian era un gran fan del sonido Kraftwerk.
    Nunca lo sabremos…

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