Flores bajo el mar: Extraño fenómeno de floración masiva en las praderas marinas del Mediterráneo.

Aunque las flores surgieron como adaptación a la vida terrestre, estas pueden ser encontradas también en el medio marino. Si nos remontamos al origen de la vida está surgió en el mar hace aproximadamente 3.800 millones de años y los primeros organismos evolucionaron en los océanos primitivos de la Tierra colonizando posteriormente la superficie terrestre. Aquellos individuos que mejor se adaptaban a las condiciones del nuevo medio fueron seleccionados y, a lo largo de muchas generaciones, surgieron nuevas adaptaciones y estructuras especializadas. Un ejemplo de estructuras desarrolladas para la vida terrestre serían los pulmones, que permiten obtener oxígeno del aire. En el caso de los vegetales, un ejemplo de nueva estructura a la vida terrestre serían las raíces. Los organismos vegetales no solo tomaban oxígeno y otros gases del agua, sino que también absorbían de esta, los minerales y nutrientes necesarios para crecer. En la tierra los obtienen gracias a las raíces, que interaccionan con el sustrato intercambiando residuos por nutrientes y minerales.

Pradera de Cymodocea nodosa en Calaburras (Andalucía). Fuente: Grupo de Ecología de Macrófitos Marinos.]

Pradera de Cymodocea nodosa en Calaburras (Andalucía). Fuente: Grupo de Ecología de Macrófitos Marinos.]

Millones de años después, algunos animales volverían al mar. Es el caso de los cetáceos, grupo al que pertenecen delfines y ballenas, estos aún conservan algunas de las adaptaciones al medio terrestre, como los pulmones. Menos conocido es que algunas plantas también volvieron al mar. Hoy conocemos como plantas marinas, aquellas plantas que colonizan el medio marino, en todos los continentes excepto la Antártida. Estas aún conservan las estructuras desarrolladas para adaptarse a la vida en la tierra, como las raíces, que las diferencian de las algas. Las raíces les permiten anclarse a fondos arenosos formando extensas praderas marinas, similares a las terrestres. Las praderas marinas son uno de los ecosistemas más productivos del mundo y proporcionan numerosos beneficios a la sociedad: estabilizan los sedimentos, aumentando la claridad del agua; actúan como un filtro de contaminantes, reteniéndolos en el suelo; sus hojas amortiguan el movimiento de las olas reduciendo la erosión de la costa; proporcionan refugio y sirven de sustrato para numerosas especies marinas; oxigenan las aguas costeras y juegan un papel muy importante en la regulación del ciclo del carbono en el océano, entre otras.

Otra de las características heredadas de su pasado como organismos terrestres son las flores. Las hierbas marinas pueden reproducirse tanto vegetativamente, es decir a partir de fragmentos de la misma planta, creando un “clon”, o sexualmente, por medio de flores y frutos. La reproducción sexual no es muy habitual, ya que conlleva un mayor gasto de energía en crear las estructuras especializadas necesarias. Sin embargo, conlleva una gran ventaja. La reproducción sexual promueve el intercambio y recombinación de genes entre individuos de la misma especie aumentando la diversidad genética. Esta permite una mayor adaptación a condiciones adversas, ya que, en una población con mayor diversidad, habrá individuos con mayor o menor tolerancia a, por ejemplo, condiciones distintas de salinidad o temperatura. Lo que les permite a las poblaciones sobrevivir a cambios abruptos, por ejemplo los debidos al clima. En estos últimos años se ha comprobado que cuando las condiciones ambientales son desfavorables, las hierbas marinas promueven la floración como medio de reproducción en vez la división clonal.

Flor de Posidonia oceanica en las costas de Almería. Fuente: Grupo de Ecología de Macrófitos Marinos (GAME-CSIC).

Flor de Posidonia oceanica en las costas de Almería. Fuente: Grupo de Ecología de Macrófitos Marinos (GAME-CSIC).

Cuán común es la floración depende de las especies. En algunas especies como Posidonia oceanica, la floración es un evento poco común que solo se da bajo condiciones específicas. En el verano del 2022, las grandes olas de calor marino promovieron una floración sin precedentes en las costas Mediterráneas de España. Los fondos marinos cubiertos por Posidonia se convirtieron en una explosión de flores, para sorpresa de los científicos y buceadores. Ante las condiciones extremas de temperatura que el cambio climático está provocando, las praderas Mediterráneas están invirtiendo mucha energía en reproducirse sexualmente. Lo que podría aumentar su diversidad genética y ofrecer una oportunidad de adaptación si el cambio en el clima fuese gradual. Por desgracia, el cambio climático promovido por la actividad humana se está produciendo de una forma repentina. Las costas del Mediterráneo están floreciendo, mientras las hierbas marinas, y los ecosistemas que forman, luchan por su supervivencia.

Referencias:

  • Vales C, París S, Redondo V (2021) Praderas marinas, tesoros de biodiversidad. Publicación científico-técnica. CEIDA, Oleiros
  • Cabezas E (2022) Las praderas de Posidonia, el “pulmón del Mediterráneo”, se reproducen de forma masiva para luchar por su supervivencia. eldiario.es
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