Mujeres en la biología V: Clémence Royer

En artículos anteriores ya hemos hablado de grandes científicas cuyo trabajo no fue relevante en su época por la misoginia existente en la sociedad. Hoy, sin embargo, vamos a conocer a Clémence Royer, cuyo papel relevante no fue de científica, sino de divulgadora. Esta joven fue una gran defensora de la mujer en la ciencia, además de la encargada de traducir El origen de las especies al francés.

¿Quién fue Clémence Royer?

Clémence Royer, defensora de la mujer en la cienciaClémence Royer nació en Francia en 1830 y fue una erudita para su tiempo. Autodidacta desde muy pequeña, se nombró anarquista y agnóstica en un tiempo en el que la iglesia aún era el eje principal de la vida ciudadana. Se dedicaba a dar cursos y conferencias sobre diferentes temas, en especial enfocados a mujeres, cuya educación aún quedaba en segundo plano frente a la de los hombres.

Sin embargo lo que os viene a interesar más de ella fue su papel como divulgadora, entendiendo esto como “transmisora de un conocimiento científico a la sociedad“. Clémence Royer, como autodidacta, conocía las teorías de Lammarck, de las cuales hablaba en sus cursos y conferencias, generando un gran interés de los asistentes.

 

¿Qué hizo Clémence Royer?

Tras la publicación de El origen de las especies de Darwin, ella se encargó de traducirlo al francés. Además de ésto, incluyó en el mismo libro un prólogo propio y múltiples notas que aumentaban la controversia. Tal fue el nivel de polémica generado que, tras algunas ediciones, Darwin decidió cambiar de traductor. Clémence criticaba, esencialmente, lo cuidadoso que era Darwin con las referencias a la aparición del ser humano por miedo a la iglesia. Sin embargo, ésto no significaba que no fuese una gran seguidora de Darwin:

“Nunca nada tan vasto ha sido concebido en la historia natural; esta obra es el código de los seres vivos de todas las razas y de todas las épocas […] con ella tenemos ya un criterio absoluto para juzgar lo que es bueno y lo que es malo desde un punto de vista moral.”

Clémence tuvo también una gran influencia en la llegada a España del Darwinismo. En aquella época los intelectuales españoles apenas leían cosas en inglés, y no fue hasta la llegada francesa del libro de Darwin cuando accedieron a él. Clémence fue calificada en España como “nada católica y cristiana” debido al prólogo del libro y lo que afirmaba en el mismo. Por otra parte, el libro no fue traducido al español hasta 1872.

Discriminada por ser mujer

Una de las críticas más interesantes que hizo en la obra fue su rebelión contra la afirmación de Darwin de que, por naturaleza, la mujer era inferior al hombre:

“La mujer es el animal que el hombre menos conoce”

Misoginia contra Clémence Royer

Es bastante importante resaltar que la mayor parte de las críticas a su trabajo vinieron como resultado de la sociedad misógina en la que vivían, la tachaban de tener comportamiento y metas “poco comunes para el género femenino“.

 

Clémence Royer fue la primera mujer francesa en pertenecer a una sociedad científica. Su elección no fue aceptada por muchos, pero su participación en la misma no fue inferior a la del resto de sus compañeros. Desde un primer momento fue una gran defensora del papel de la mujer en la ciencia, a la que hasta ese momento se consideraba como un ser no interesado en la misma.

Por ello no dudó en escribir artículos científicos y sociales para un periódico feminista. Y aunque esta escritora no estaba completamente de acuerdo con la ideología de muchas de sus compañeras, ellas siempre la consideraron como una más. Clémence Royer, al fin y al cabo, solo quería que la mujer tuviese la importancia que se merecía en la ciencia.

 

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