Las grandes aves migratorias de Europa: las grullas

La grulla común (Grus grus), también conocida como grulla gris o grulla euroasiática es un ave de gran tamaño de la familia Gruidae. Es la única especie, junto con la grulla damisela (Grus virgo) que habita en el continente europeo. Estas aves pueden alcanzar entre los 110 a 130 centímetros de alto, con una envergadura de alas de 220 a 245 centímetros. Destacan por un cuello y patas largas, y pico delgado muy útil para introducirlo en las zonas encharcadas. El plumaje de la mayor parte de su cuerpo es gris azulado, lo que le permite camuflarse en las áreas con gran vegetación.

Países como Rusia, Ucrania, Finlandia o Suecia, son los que tienen las mayores poblaciones de grullas, aunque también es posible encontrarlas en algunas zonas de Dinamarca, Alemania, o Grecia, entre otros. En España eligen lugares como Cádiz o los Parques nacionales de Las Tablas de Daimiel o Cabañeros en Castilla-La Mancha. Los hábitats preferidos de las grullas son los humedales, los bosques de ribera, los márgenes de los lagos o las praderas y pastos, donde puede pasar horas buscando alimento sin correr ningún peligro.

Se estima que la población de grullas (Grus grus) alcanza los 320.000 ejemplares según los últimos censos invernantes.

La grulla es un ave migradora de larga distancia, acostumbrada a recorrer entre agosto y octubre miles de kilómetros desde las zonas de cría en los bosques, a las zonas más cálidas del sur de Europa y norte de África, donde pasan el invierno. La migración de retorno solía comenzar en febrero o marzo, pero el aumento de las temperaturas y la disminución de zonas encharcadas, está haciendo que esta fecha se adelante.

Acostumbran a volar en grandes bandadas y en forma de “V”, aumentando así el tamaño del grupo. El vuelo de cada ejemplar debe ser perfectamente sincronizado con el de sus compañeras para evitar la resistencia del aire y evitar un mayor gasto de energía. El ejemplar que realiza un mayor esfuerzo físico, siempre es el líder, ya que al ocupar la primera posición no puede beneficiarse de la corriente de aire generada por las demás. Por este motivo, cuando el líder se cansa, se traslada al final de la formación mientras otra asume su puesto. Cuando una grulla está herida o enferma y debe salir de la bandada, otras salen con ella para protegerla y facilitarle el vuelo hasta que sea capaz de volver a su puesto.

Si una grulla sale de la formación notará enseguida la dificultad del vuelo, además de ser mucho más vulnerable ante posibles peligros.

Esta especie se alimenta principalmente de pequeños mamíferos, reptiles y anfibios, pequeños peces, gusanos, además de insectos y sus larvas. Su dieta se complementa con granos de maíz, cebada, avena o girasol, así como raíces y tallos de algunas plantas y bayas en función de la época del año en la que se encuentren.

La belleza de las grullas ha fascinado al ser humano desde la antigüedad. Ya en la mitología egipcia o griega fue símbolo de sabiduría. Este “pájaro de la felicidad” como era conocido en Escandinavia era sinónimo de la llegada de la primavera, el calor y las nuevas cosechas. El culto en Asia es el más importante, muy estimada en China, siendo sinónimo de longevidad y buen augurio. Según el folklore japonés, todo aquel que doble 1000 grullas de origami recibirá un deseo de los dioses.

Bibliografía

  • Alonso, J. C., Bautista, L. M., y Alonso, J. A. (2019). Sexual size dimorphism in the Common Crane, a monogamous, plumage-monomorphic bird. Ornis Fennica, 96(4), 194-205.
  • Orellana-Macías, J. M., Bautista, L. M., Merchán, D., Causapé, J., y Alonso López, J. C. (2020). Shifts in crane migration phenology associated with climate change in southwestern Europe.
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