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Preguntas HN: ¿Existen los tomates morados?

Preguntas HN: ¿Existen los tomates morados?

“Los tomates son rojos y las lechugas verdes” es una relación que aprendemos desde muy pequeños. Posteriormente, vamos comprobando cómo existen muchos tipos de tomates y de lechugas, con diversos colores y formas, pero ¿tomates morados? Eso es algo que no se ve todos los días…

Para comprender cómo un tomate puede presentar un color morado-azulado debemos hablar de un pigmento natural con dichas tonalidades: las antocianinas. Estos pigmentos se incluyen dentro del grupo químico de los flavonoides y, al acumularse en hojas, flores y frutos, permiten, a las plantas, protegerse de la radiación ultravioleta, la congelación, o atraer polinizadores. Estos pigmentos son los responsables del color de los arándanos o las moras, por indicar algunos ejemplos representativos.

Estructura química de una antocianina.

Estructura química de una antocianina.

Al incluirse en la dieta, las antocianinas actúan como potentes antioxidantes dentro de nuestro cuerpo. Por el simple funcionamiento de nuestras células, se producen reacciones químicas que forman compuestos muy dañinos, denominados radicales. Los antioxidantes actúan sobre estas reacciones impidiendo la formación de los radicales y, de esta forma, evitando el daño a nuestro cuerpo. Por lo tanto, al consumir antocianinas reducimos el riesgo de sufrir enfermedades de corazón, neurológicas, diabetes e incluso cáncer.

Boca de dragón (Antirrhinum majus).

Boca de dragón (Antirrhinum majus).

Con el fin de aumentar la cantidad de antocianinas que ingerimos en la dieta y de una forma asequible económicamente, diversos investigadores se plantearon la acumulación de antocianinas en frutos de tomate, ampliamente consumidos por todo el mundo. Para ello tuvieron que encontrar los genes que le permitían a otra planta acumular esos compuestos en sus órganos, con el fin de poder introducir tales genes en el material genético del tomate y hacer que sintetizaran y acumularan antocianinas. La planta seleccionada fue la boca de dragón o dragoniana (Antirrhinum majus), denominada así por la forma de sus flores y cuyos pétalos acumulan grandes cantidades de antocianinas.

Tomates morados.

Tomates morados.

Los tomates, por sí solos, tienen la capacidad de sintetizar y acumular otros flavonoides: las antocianinas. Pero les faltan determinados genes para conseguir fabricar sus propias antocianinas azules. Por esta razón, se seleccionaron dos genes implicados en la síntesis de antocianinas en los pétalos de la boca de dragón. Posteriormente, mediante el uso de ingeniería genética, ambos genes fueron introducidos en células de tomate y se obtuvieron plantas completas con esos genes en su información genética.  Esto permitió obtener tomateras con frutos cargados de antocianinas y, por tanto, con un característico color morado-azulado.

Por lo tanto, gracias a la ingeniería genética se pueden obtener alimentos con compuestos químicos de gran interés para la salud humana, de una forma más económica y en cultivos ampliamente establecidos por todo el mundo.


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Autor Jorge Poveda Arias

Investigador posdoctoral en Misión Biológica de Galicia (CSIC).


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