PreguntasHN: La “tanatosis” o habilidad de los animales de hacerse los muertos

El instinto de supervivencia del que gozan los animales les ha llevado en muchas ocasiones a desarrollar curiosas estrategias para protegerse y escapar de sus depredadores. La tanatosis o habilidad de fingir la muerte es una de las más llamativas, y aparece en insectos, aves, peces teleósteos, anfibios y reptiles e incluso mamíferos, con resultados favorables en una gran cantidad de ocasiones.

Dentro del grupo de los insectos, en los conocidos como bichos palo (Phasmatodea),así como en algunas especies de escarabajos y hormigas, esta estrategia es un recurso bastante frecuente para pasar desapercibidos frente a los depredadores. Sin embargo, el más destacable es el caso de los machos de la araña ladrona (Pisaura mirabilis), que lo hacen como conducta sexual. En esta especie, los machos elaboran un regalo para la hembra. Cuando la hembra se acerca para consumirlo se hacen los muertos, volviendo a activarse mientras la hembra está distraída consumiendo el regalo, ocasión que aprovechan para iniciar la transferencia de esperma.

En el grupo de los anfibios y reptiles también encontramos ejemplos de especies aficionadas a esta técnica. Los sapos de vientre de fuego (Bombina spp.) son capaces de quedar completamente inmóviles, encorvándose y adoptando posturas para mostrar colores vivos que advierten al depredador de su toxicidad. En Costa Rica, los sapos del género Incilius también lo hacen para evitar ser comidos por las serpientes.

Precisamente dentro del grupo de los ofidios, también recurren en última instancia a la tanatosis para deshacerse de sus depredadores la culebra viperina (Natix maura) y la culebra de collar (Natrix astreptophora). Tras intentar previamente otras curiosas técnicas, como hincharse y triangular su cabeza para asemejar su aspecto a las víboras, si nada de esto les funciona acaban optando por enrollarse sobre sí mismas, abriendo la boca y sacando la lengua, y quedando paralizadas en esta posición todo el tiempo que sea necesario. Además, son capaces de acompañarlo con la expulsión de una secreción por la cloaca con olor desagradable que termina de ahuyentar al posible depredador.

En el grupo de los mamíferos, algunas especies van más allá de la inmovilidad y son capaces de reducir su respiración y frecuencia cardiaca, disminuir su temperatura corporal o incluso imitar la expresión facial de un cadáver. La zarigüeya americana (Didelphis virginiana) también es capaz de acompañar la tanatosis con una secreción de olor putrefacto, y hacer que su lengua luzca de color azul.

La eficacia de este mecanismo reside en la premisa de que muchos animales no comen carroña, puesto que los animales muertos pueden estar infectados y transmitir enfermedades al comensal.