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Cambios fisiológicos en el cuerpo de la mujer durante el embarazo

Cambios fisiológicos en el cuerpo de la mujer durante el embarazo

Una de las consecuencias de la reproducción sexual en nuestra especie es el embarazo. Es decir, la implantación del cigoto en el útero y su desarrollo hasta el parto, dando lugar a un nuevo individuo. Con ello se consigue una mayor variabilidad en los descendientes.

Una vez que la mujer descubre que está embarazada, pueden haber pasado casi 4 semanas desde la concepción. Desde ese mismo instante su cuerpo comienza a producir una serie de cambios que desembocarán en el parto, dando lugar a un nuevo ser vivo.

En la imagen podemos ver 3 fases del embarazo. A la izquierda tenemos a una mujer embarazada de unas 15-20 semanas. En la derecha la misma mujer en la semana 34. Finalmente en la parte central tenemos a la mujer sosteniendo a su bebé.

En la imagen podemos ver 3 fases del embarazo. A la izquierda tenemos a una mujer embarazada de unas 15-20 semanas. En la derecha la misma mujer en la semana 34. Finalmente en la parte central tenemos a la mujer sosteniendo a su bebé.

Peso: Se estima una ganancia media de 12,5 Kg en mujeres saludables. De esta cantidad, el feto representa el 27%, el 6% es líquido amniótico y el 5% la placenta. El resto corresponde al incremento del tejido materno en útero, mamas, tejido adiposo, volumen sanguíneo y líquido extracelular. Finalmente la media de peso del bebé en embarazos satisfactorios debería ser de unos 3,3 Kg.

Sistema hematológico: El volumen de plasma aumenta progresivamente a lo largo del embarazo, la mayor parte a partir de la semana 34 de gestación, siendo proporcional al peso del bebé al nacer. Como consecuencia de este aumento, y al no ser proporcional la cantidad de glóbulos rojos, se produce una caída en su concentración o hemodilución, la típica anemia de la embarazada.

Conforme aumenta el embarazo también disminuye progresivamente el recuento de plaquetas, aunque siempre dentro de los límites normales. El requerimiento de hierro aumenta de dos a tres veces, para aumentar la síntesis de hemoglobina para el feto y para la producción de ciertas enzimas necesarias.  Si conoces a alguna mujer embarazada, sabrás que lo primero que le recetan son suplementos en ácido fólico, yodo y vitamina B12, ya que ayudan al correcto desarrollo del feto, sobre todo en el correcto cierre del tubo neuronal.

También se produce una estasis venosa (venostasis), una circulación más lenta de la sangre en las venas en las piernas, sobre todo en la parte izquierda, debido a la compresión de la vena ilíaca izquierda por la arteria ilíaca y la arteria ovárica.

Sistema cardiovascular: 8 semanas después el gasto cardíaco aumenta un 20% y se produce una vasodilatación periférica. Aumenta alrededor de un 40% entre las semanas 20-28, obviando el momento del parto, que es cuando se produce un pico de actividad.

Función renal: Consecuencia de la vasodilatación renal, el flujo de plasma renal aumenta entre un 40 y 65%, mientras que la tasa de filtración glomerular (GFR) lo hace entre un 50 y 85%, respecto de una mujer no embarazada. Esto provoca un aumento de la longitud del riñón de aproximadamente 1 a 1,5 cm.

Función respiratoria: Existe un aumento del 20% en la demanda de oxígeno durante el embarazo debido a que la tasa metabólica aumenta un 15%. Se produce una sensación subjetiva de falta de aliento, pero sin riesgo alguno. Este fenómeno suele presentarse en situaciones de reposo y mejorar con actividad leve.

Cambios adaptativos en el tracto alimentario: Las náuseas y los vómitos suelen estar presentes en más de la mitad de los embarazos, normalmente no van más allá de la semana 20. Con el crecimiento del útero el estómago se desplaza hacia arriba, lo que  predispone a la embarazada sufrir reflujo gástrico.

Cambios endocrinos:  Como hemos comentado antes, el embarazo se asocia con una deficiencia relativa de yodo. Las causas son el transporte activo de yodo de la madre a la unidad feto-placentaria y el aumento de la excreción de yodo en la orina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un aumento en la ingesta de yodo durante el embarazo para que el tamaño de la glándula tiroides permanezca sin cambios. La glándula tiroidea es un 25% más grande en los pacientes con deficiencia de yodo.

El cortisol, producido por la glándula suprarrenal, aumenta al final del primer trimestre y muestra al final del embarazo niveles tres veces más altos que en personas no embarazadas. El hipercortisolismo al final del embarazo también es el resultado de la producción de hormona liberadora de corticotropina por la placenta, uno de los desencadenantes del inicio del parto.

La glándula pituitaria se agranda durante el embarazo y esto se debe principalmente a la proliferación de células productoras de prolactina en el lóbulo anterior. Los niveles séricos de prolactina aumentan en el primer trimestre y son 10 veces más altos al término. El aumento de la prolactina es más probable debido al aumento de las concentraciones séricas de estradiol durante el embarazo.

Metabolismo

  • Lipídico: El aumento de los niveles de triglicéridos satisface las necesidades energéticas de la madre, mientras que la glucosa se reserva para el feto. El aumento del colesterol LDL (low-density lipoprotein o colesterol malo) es importante para la esteroidogénesis placentaria.
  • Proteico: Las mujeres embarazadas requieren una mayor ingesta de proteínas durante el embarazo. Los aminoácidos se transportan activamente a través de la placenta para satisfacer las necesidades del feto en desarrollo.
  • De calcio: El feto promedio requiere alrededor de 30 g de calcio para mantener sus procesos fisiológicos, aunque la demanda máxima de calcio es solo en el tercer trimestre. Este aumento temprano en la absorción de calcio puede permitir que el esqueleto materno almacene calcio por adelantado.

El embarazo es un proceso de aproximadamente 40 semanas donde la futura madre experimenta una serie de procesos tanto psicológicos como fisiológicos que darán lugar finalmente a un nuevo ser vivo, sin olvidar al padre en el caso de estar presente. Este proceso es uno de los más importantes en la naturaleza y donde se invierte mucha energía en la descendencia, ya sea en un sentido u otro. En el caso del ser humano, además del tiempo de embarazo, existe un proceso de cría y protección del nuevo ser vivo hasta su independencia donde intervienen padres, abuelos y el resto de familiares, asegurándose así la supervivencia de los descendientes.


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Autor Francisco Gálvez Prada

Licenciado en Biología. Socio fundador del Centro de Investigación y Desarrollo de Recursos Científicos - BioScripts. CEO en IguannaWeb y CTO en Hidden Nature.


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